Sonando

domingo, 22 de febrero de 2015

Siempre es mucho tiempo.

Deja el té sobre la mesa y con la barbilla apoyada en las manos lo mira.
-Estarán siempre juntos, se les ve. O al menos eso me parece a mí. - sonríe.
-Siempre... Siempre es mucho tiempo, ¿no crees? -contesta ella.
La mira con ojos brillantes y media sonrisa en los labios. ¿Qué ha sido eso? Debe pensar.
-Vaya... Entonces, ¿tú no quieres estar siempre a mi lado? - pregunta desafiante.

Pero siempre... ¿qué significa?

"Yo quiero ser yo, contigo, a lo largo de los años. Levantarme los días de lluvia y hacerte el café caliente. Acurrucarme a tu lado en invierno y echarte de la cama en verano. Prepararte un baño de espuma los lunes para hacerlos menos malos, e impregnar la cocina de olor a bizcocho los domingos para endulzarte esos días tan sosos. Quiero echarte de menos en la distancia y correr a abrazarte en las llegadas. Discutir porque no has hecho la cama y secuestrarte en ella como castigo. Oír tu risa cuando hablo con mis duendes y la mía cuando me sigues el juego. Ver películas hasta quedarnos dormidos en el sofá o comerte a besos si la situación lo requiere. Olvidarnos el paraguas y correr bajo la lluvia de la mano. Convertirte en el crítico culinario de mi cocina experimental. Enfrentarnos a un mal día, a un despido, a una traición, a malas rachas, a malos hábitos, a decepciones, a mala gente... Enfrentarnos al mundo juntos, si necesario es.
Yo quiero todo, donde estés tú. Y no sé si eso es un para siempre, pero sí mucho tiempo. Y en el caso de que lo fuera, no hay duda de que la persona para pasarlo, eres tú."

Respira. Vuelve a coger la taza de té y sin pensarlo dos veces, contesta:

-Yo lo que quiero es pasar tiempo, mucho tiempo, contigo.