Sonando

jueves, 5 de junio de 2014

Un día más.

Hoy no puedo estudiar. Ni una sala sumergida en el ruido de los libros y bolígrafos cayendo en el escritorio me devuelven la concentración. Dios.
¿Cómo es posible que rodeada de gente tan similar a mí, me sienta tan sola? ¿Cómo?
Aún no estamos ni a la mitad del día y he podido contar trescientos latidos por minuto. A veces tiemblo, y sinceramente, no sé por qué.
Qué miedo. A todo. Qué estado de ánimo tan alto y tan bajo me inunda a todo momento. Qué cansada estoy. Qué cansada estoy...

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