Sonando

jueves, 21 de agosto de 2014

Ahí está.  Siempre llega. Noto como la piel se va erizando poco a poco conectada con cada nota musical de aquella melodía. Nuestra melodía..
Es verano y hace frío. En este cuarto,  hace frío.  Digamos que últimamente hasta el fuego más ardiente del universo podría llegar a congelarse cada vez que te vas. Y es que ¿cómo podría una mantenerse en pie si no fueran tus brazos los que me sostienen?
Ahí.  Inerte.  Inmóvil.  Abatida por las guerras perdidas aún tengo el trofeo de tus abrazos. Y la verdad..  ¿Quién necesita la bendición del mismísimo Zeus teniendo de santuario tu pecho? Donde soñar despierta o soñar durmiendo...  Sueños de ojos abiertos en los que deseo que seas mi héroe durante mucho tiempo. Y cómo no abatirse entre cielo e infierno teniendo de melodía principal el latido de tu corazón... Tú mi luz, mi fuego, mi amor,  mi llanto... Mi base de equilibrio y reconstrucción para tanta ruina junta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario