Sonando

sábado, 12 de abril de 2014

A veces me siento tan vacía, que me gustaría poder deshacerme de mi cuerpo y con tan solo mi alma empezar a volar, yendo lo más lejos posible de toda decepción interior que me ahoga. El agotamiento por cada acción y cada mal paso que consigo dar, acaba cansando de tal manera que ya son insuficientes las horas muertas metida en la cama para lograr soportarlo. Digamos que me siento como alma perdida en un desierto que visualiza falsos oasis y nunca calma la sed de serenidad que tanto ansía. Tan solo vive de esperanzas, que falsas o no, la ayudan a avanzar hasta la meta, que por el momento, tan lejos ve alcanzar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario